El 7 de octubre se celebra desde 2008 el día Mundial del Trabajo Decente.
La expresión trabajo decente se empleó por primera vez a finales de los noventa a raíz de la Memoria del Director General de la OIT Juan Somavia a la Conferencia Internacional del Trabajo de 1999, e incorporaba la idea de un trabajo productivo, con protección de derechos, unos ingresos adecuados y protección social.
A esta primera definición se le añade el diálogo social constituyendo los cuatro pilares del Programa de Trabajo Decente: creación de empleo, protección social, derechos en el trabajo y diálogo social, elementos centrales de de la Agenda 2030 para el desarrollo Sostenible de Naciones Unidas–.
Igualmente, esta noción está ya totalmente incorporada al acervo internacional base para el desarrollo sostenible y objetivo imprescindible para salir de la crisis y la erradicación de la pobreza, estando presente en las diferentes cumbres y planes de acción de los líderes mundiales y las diferentes organizaciones internacionales.
Cuando se habla de trabajo decente, esta noción no solamente se aplica al empleo formal por cuenta ajena, sino que engloba igualmente a los trabajadores de la economía informal, los trabajadores autónomos y los empleados del hogar.
En lo que se refiere a estos últimos, en 2011 la OIT adoptó el Convenio nº 189 sobre trabajo decente para los trabajadores domésticos y en 2013 el Consejo de Ministros de la UE instó en su decisión a los Estados Miembros a ratificar dicho Convenio, que aún está por ratificar en nuestro país.
La Ley 27/2011 de 1 de Agosto, sobre actualización, adecuación y modernización del sistema de seguridad social implicó directamente una revisión de la regulación laboral del servicio del hogar familiar, comportando una adecuación de la normativa a la realidad sociolaboral actual. El consecuente Real Decreto 1620/2011, de 14 de noviembre, por el que se regula la relación laboral de carácter especial del servicio del hogar familiar se cimenta en dignificar las condiciones de trabajo de estos trabajadores, pero aún quedan mejoras que realizar para la completa equiparación en derechos y empleabilidad al resto de trabajadores.
Uno de los objetivos importantes de esta regulación era la de atacar la economía sumergida especialmente presente en el sector y, a pesar de que en el primer momento de su entrada en vigor el impacto en el número de afiliaciones fue positivo, este ha sufrido un estancamiento en los últimos periodos.
Por ello, desde la AESP, en este “día Mundial por el trabajo decente” queremos atraer la atención sobre las diferentes medidas que pueden contribuir al desarrollo y mejora del sector de los Servicios a la Persona .
Para fomentar este desarrollo, la propuesta consiste en que las familias que deseen contratar personal para asistencia en el hogar, puedan realizarlo de manera asequible y accesible gracias a ventajas sociales y fiscales ya sea adquiriéndolos directamente entre particulares o a través de empresas u organizaciones proveedoras de estos servicios.
El apoyo a las empresas de servicios del cuidado y a los hogares juega un papel fundamental en la profesionalización de un sector y a emerger la economía sumergida, participando activamente en la creación de empleo de calidad.
En lo que se refiere a los trabajadores y trabajadoras del sector, desarrollar la figura del Auto-Emprendedor, con un régimen micro social y fiscal que permita el establecimiento por cuenta propia de muchas personas, con un sistema sencillo de alta y sin pagos fijos de autónomos ni IRPF mientras se alcance un cierto volumen de actividad.
Este sistema también daría respuesta al potencial de desarrollo de negocios de la llamada “Economía Colaborativa” que se está desarrollando con fuerza a través de Internet y que requieren urgente respuesta desde la Administración.
Esto beneficiaría considerablemente a que aflore una gran parte de la economía sumergida que existe en este tipo de servicios y crearía la posibilidad de establecerse a muchas personas, así como el desarrollo empresarial en el sector que proporcionaría empleo cualificado, con garantías y derechos laborales y sociales, con posibilidades de promoción y formación en un sector valorizado, imprescindible para el bienestar y progreso de nuestra sociedad.
Para saber más:
Documento de trabajo OIT – sept 2016 “Impacto de las reformas legislativas en el sector del empleo del hogar en España”
C189 – Convenio sobre las trabajadoras y los trabajadores domésticos
Programa Trabajo Decente OIT